Tal y como mostramos en la INFOGRAFÍA Cómo funciona una estrategia de inbound marketing (puedes descargártela gratis), el primer paso que hay que dar en la fase de creación de una campaña de inbound marketing es elegir a tu público objetivo –buyer persona en el argot inbound– teniendo siempre en mente esta frase: No pretendas que te quiera todo el mundo.
De verdad, no lo pretendas. El producto o servicio que quieres promocionar utilizando inbound marketing no es para todo el mundo. Seguro que no. Piénsalo.
El éxito del inbound marketing está en el foco, en dirigir los esfuerzos a un público en concreto que tiene sus propios problemas y objetivos directamente relacionados con tu producto o servicio. Ayúdale a resolver los primeros y conseguir los segundos.
La definición de tu cliente ideal, denominado buyer persona, debería seguir, básicamente, estos pasos:
- Quién es: edad, sexo, situación familiar, dónde y cómo vive.
- Qué nivel de educación e ingresos tiene.
- Dónde trabaja. Cuál es su puesto.
- Qué objetivos tiene (personales o profesionales dependiendo de si se trata de una campaña B2C o B2B).
- Qué problemas le dificultan alcanzar sus objetivos.
- Cómo intenta resolver estos problemas. Qué recursos utiliza.
- A qué retos se enfrenta personal y/o profesionalmente.
Cada uno de estos puntos puedes desarrollarlo tanto como quieras. Todos son importantes, porque cuando lances la campaña es la información que te ayudará tanto a planificar tus acciones como a decidir tu estrategia de contenidos.
Te recomiendo que hables con el departamento de ventas de tu empresa. Incluso, si tienes la posibilidad, con tus mejores clientes. Hazles preguntas y, con las respuestas de todos ellos, elabora un perfil de cliente que reúna las características que sean comunes a la mayoría de ellos.
Tienes que saber qué hace para intentar conseguir lo que desea y allanarle el camino para que lo logre. Tu objetivo, una vez que lo conozcas, ha de ser cómo puedo ayudarle durante todo el proceso para que mi buyer persona consiga lo que quiere o necesita.
Ahora, probablemente te estés haciendo una de estas dos preguntas:
1. ¿Qué sucede si tengo más de un buyer persona? ¿Por ejemplo, una persona de entre 20-30 años y otra de entre 50-60 años susceptibles de necesitar mi producto o servicio?
Fácil, define dos buyer personas. Es obvio que aunque la solución sea la misma para ambos, el modo en el que la van a buscar será diferente. Y sus motivaciones también. Por lo tanto tendrás que pensar en ambos cuando planifiques tu estrategia de contenidos.
Por ejemplo, imagínate que tienes que promocionar un producto de tecnología médica interesante para un recién licenciado en medicina que está haciendo sus prácticas en un hospital e, igualmente, para el jefe del servicio médico, pues ambos lo van a utilizar en su ejercicio profesional. El primero podrá prescribir tu producto, pero será el segundo quien decida si se compra o no.
El estudiante quizás se conforme con información puramente médica, interesado en aprender nuevas técnicas, en saber más. El jefe de servicio, además, necesitará también conocer qué implicaciones tiene la compra de esa tecnología antes de decidir adquirirla: costes de implantación, mantenimiento, necesidades formativas para su manejo...
¿A qué no puedes contarles a los dos lo mismo? ¿Y a que la diferencia de edad y situación social también te está indicando que ni van a recurrir a las mismas fuentes de información ni llegarán a ti por las mismas motivaciones?
2. ¿Qué sucede si tengo más de un producto o servicio para un mismo buyer persona?
Simplemente que tendrás que realizar una campaña específica para cada producto. Pero este asunto lo trataremos en profundidad en el próximo artículo: UNA CAMPAÑA PARA UN OBJETIVO.