El refrán "la cortesía y los buenos modales abren puertas a raudales" resume bastante bien la situación a la que posiblemente nos tengamos que enfrentar con los constantes cambios legislativos en materia de protección de datos que afectan al mundo del marketing en general y muy especialmente al marketing digital.
La semana pasada saltaban las noticias de la posibilidad de que grandes tecnológicas de Internet dejaran de prestar sus servicios en la Unión Europea por la exigencia de ésta de procesar los datos personales dentro de sus fronteras. Es decir, que los ciudadanos europeos no podríamos, por ejemplo, utilizar WhatsApp o conectarnos a Facebook e Instagram.
Y a estas noticias se sumaba la de que la Agencia de Protección de Datos de Francia (CNIL) había declarado ilegal el uso de Google Analytics.
Tampoco podemos olvidar la decisión de Apple respecto a la configuración de la privacidad de sus dispositivos, o el anuncio de Google de eliminar las cookies de terceros en un futuro próximo.
Más allá del debate político y de la idoneidad o no de las medidas adoptadas por unos y otros, y más allá de sus posturas, la realidad es que el mundo del marketing digital se verá de nuevo sacudido por cambios legales que afectan al modo en el que trabajamos.
Acciones que estamos haciendo ahora no podremos hacerlas en el futuro. Y lo mismo va a suceder con los datos que manejamos para tomar decisiones: con toda seguridad, en el futuro no serán los mismos que tenemos ahora.
Pero no pasa nada ¿verdad?
Si a algo estamos acostumbrados en nuestra profesión es al cambio. Y llevamos dando muestras de nuestra capacidad de adaptación muchos años. Tú, nosotros y todo el sector.
Y aquí es donde entra en juego el Marketing de Cortesía que algunos llevamos aplicando desde hace unos años.
¿Qué es el Marketing de Cortesía?
- Es el marketing no intrusivo, respetuoso con los clientes potenciales, generoso con ellos y exquisitamente educado.
- Es el marketing de atracción, con el que conseguimos que sean los usuarios quienes vengan a nosotros gracias a que les ofrecemos cosas que les interesan en el momento en el que las necesitan.
- Es el marketing en el que los usuarios deciden cómo quieren que sea su relación con nosotros y nos conceden permiso explícito para que les contemos nuestras cosas. Porque son cosas que les ayudan en su trabajo o en su vida. O que les hacen simplemente felices. Sea lo que sea, quieren saber de nosotros.
- Es el marketing por el que conseguimos tener nuestra propia base de datos de contactos, perfectamente segmentados, con los que nos podemos comunicar de tú a tú.
Y esto último es una de las claves, porque con todo lo que hemos contado anteriormente está bastante claro que poseer una base de datos propia, legal y bien organizada se ha convertido ya en la mejor inversión para las empresas.
¿Que no llegará la sangre al río y al final habrá acuerdo entre las tecnológicas y la Unión Europea?
Quizás. Ojalá. No lo sabemos.
Hace unos años parecía que lo del RGPD no iba a llegar a implantarse y mira cómo estamos. O las políticas de cookies. Son situaciones que afectan al rendimiento y capacidad de análisis de estrategias como el remarketing o segmentaciones por perfiles o comportamientos. Y a otras muchas cosas que tú ya sabes.
Pero nada de eso te afectará especialmente si te has preocupado de construir una base de datos propia con la que trabajar.
¿Y cómo conseguirla?
La respuesta es con un buen proyecto de Inbound Marketing.