Las emociones mueven montañas

27 DE 30 LECCIONES DE MARKETING

La conexión emocional sigue siendo una de las claves del éxito.

Empezábamos hablando de los cambios en esta profesión. De éstos, los que hemos vivido de un modo más intenso no han sido los tecnológicos, sino los sociales.

España es el país que, desde un punto de vista social, más ha cambiado del mundo en los últimos 30 años. Lo que sienten los españoles de hoy, cómo piensan, cuál es su escala de valores y sus prioridades, no tiene nada que ver con los de 1990.

Ahora son muy importantes factores que hace unos años eran irrelevantes o ni tan siquiera dignos de consideración. Son esos factores que entroncan con las emociones de las personas y desencadenan una reacción que condiciona su comportamiento.

Responsabilidad social, sostenibilidad, respeto y libertad sexual, privacidad, fiabilidad, ética empresarial... hay un largo listado de factores que los consumidores de hoy tienen muy en cuenta cuando están tomando una decisión de compra. Factores que influyen más que el precio porque nadie quiere ser cómplice de malas prácticas.

Factores que siguen evolucionando con el paso del tiempo pues las circunstancias económicas, sociales y tecnológicas en las que vivimos provocan reflexiones nuevas a considerar. ¿Hablábamos hace pocos años de la privacidad? Era algo que se daba por supuesto, que venía de fábrica por así decirlo. Bastaba con bajar la persiana y cerrar la puerta. Ahora tengo que elegir entre el beneficio que me produce utilizar la geolocalización de mi móvil y la certeza de que mucha gente puede saber dónde estoy.

Ejemplos como este podemos encontrar cientos. Cada uno de ellos ha creado una nueva reflexión moral y una postura social que las marcas no pueden ignorar.

Si fabricas en un país tercermundista explotando a los trabajadores, viertes residuos contaminantes al mar, y los envases de tus productos aparecen en el estómago de delfines muertos... tienes un problema. Porque si no es hoy, será muy pronto, la sociedad no lo va a pasar por alto y tu marca se hundirá.

Da igual las explicaciones que des porque las emociones las sobrepasarán y no habrá inversión económica ni creatividad que lo arreglen.

Y si tu marca es todo lo contrario, cuéntalo. Así tus clientes potenciales entenderán que tu producto es más caro porque los empleados de tu empresa trabajan en condiciones dignas, tienes un sistema de gestión de residuos, y tus envases son reciclables.

Cuéntalo. Por todas partes.

LECCIÓN 26 (DE 30) DE MARKETING: Si hay que ir, se va.