Aparte de la enorme tragedia humana que esta situación está suponiendo y de la que éste no es el lugar para hablar, lo cierto es que tanto a nivel personal como social y profesional, estamos recibiendo una dura lección que quienes la estamos viviendo jamás olvidaremos.
Y la primera lección es que hemos aprendido que lo que nunca imaginamos que pudiera pasar, está pasando.
Una de las consecuencias del confinamiento es el incremento en el consumo de medios online que, en términos globales, supera el 30%.
Si el análisis se hace por sectores, nos encontramos con algunos casos, como el de un cliente nuestro, que está recibiendo un 500% más de visitas en su web desde Redes Sociales. Las circunstancias, por el tipo de producto que vende –formación online¬– y su proceso de comercialización, son buenas para él.
Hay mucha gente en casa, con mucho tiempo libre, que aprovecha para formarse, informarse e investigar en Internet sobre decisiones que tomará en los próximos meses. Decisiones personales y profesionales.
Ante este panorama nos encontramos con dos tipos de empresas:
Las que no tenían una estrategia digital basada en procesos de automatización están desaprovechando una situación en la que sus clientes potenciales tienen más tiempo que nunca para interactuar con sus marcas.
Las empresas que, por el contrario, tienen implantado un proceso automatizado de marketing digital (como el cliente que mencionamos), apoyado con todas las herramientas necesarias, y cuyo funcionamiento no depende exclusivamente de la intervención humana en su puesto de trabajo ubicado en las instalaciones de la propia empresa, siguen manteniendo su presencia en la mente de sus clientes potenciales.
Hemos dedicado varios artículos a hablar de la digitalización del departamento de marketing, como este titulado La digitalización del departamento de marketing B2B.
En estos artículos hemos defendido la imperiosa necesidad de que los departamentos de marketing aborden un proceso de digitalización lo más rápido y completo posible. Lo que no podíamos prever era que se produjese una situación como la actual que coloca en una posición de desamparo a los equipos de ventas y marketing que aún no han digitalizado sus procesos o que lo han hecho sólo a medias.
Ahora ya sabemos qué puede pasar y, como muchas personas se temen, que esta situación se mantenga crónica durante un periodo de tiempo indeterminado, con confinamientos periódicos.
Es el momento idóneo para digitalizar los procesos y estrategias de marketing. De hecho, es imprescindible, porque las empresas que no lo hagan, verán muy limitada su capacidad de trabajo y comunicación; se quedarán estancadas en un "no sé qué hacer porque no puedo hacer casi nada" que tendrá malas consecuencias.
¿Por qué ahora? Por varios motivos:
Y porque, por la suma de todos los puntos anteriores, es una oportunidad irrepetible de hacerlo. Y, sinceramente, deseamos con toda nuestra alma que nunca volvamos a tener una situación como esta.
Si necesitas ayuda para desarrollar tu proceso de digitalización, contacta con nosotros.