Todos los caminos conducen a Roma

22 DE 30 LECCIONES DE MARKETING

Y todos los canales al éxito. Omnicanalidad.

Durante unos cuantos años las grandes marcas despreciaron Internet como canal para su publicidad. Suponemos que pensaban que su penetración era todavía residual y que los canales de toda la vida eran más que suficientes. Situación que, como ya hemos comentado anteriormente, aprovecharon muchas empresas pequeñas para crecer.

Ahora vivimos una época en la que parece que la actitud se ha dado la vuelta completamente: para muchos anunciantes sólo existe Internet.

Ni lo uno ni lo otro.

El comportamiento del consumidor de hoy es omnicanal y la publicidad también debe serlo. El público puede ver publicidad exterior de una marca, buscar en Internet para ampliar su información y convencerse mientras conduce al escuchar una cuña de radio.

Este ejemplo es extensible a todos los canales que existen, que son muchos más de los que a bote pronto te vienen a la mente.

Si nuestro público objetivo consume muchos canales, nuestra marca debe estar en todos ellos con un eje de comunicación sólido y unas piezas adaptadas a cada canal. Un perfecto y seductor anuncio de televisión de 30'' se convierte en un largometraje –de 30''– en las redes sociales, donde irá mejor algo de 10'' como máximo y con formato vertical.

Aparte de los formatos de las piezas, hay canales que nos permiten explotar sus posibilidades tanto por el canal en sí como por el modo como se accede. Resultará más eficaz invitar a llamar por teléfono con publicidad que aparece en tu móvil que si se dice el número en una cuña de radio, aunque se diga 3 veces.

Lo que queremos decir es que suele ser una mala idea repetir los mensajes, tal cual, sin adaptarlos, en todos los canales.

Todos ellos tienen ventajas e inconvenientes. No caigamos en la trampa de los inconvenientes y aprovechemos sus ventajas.

LECCIÓN 21 (DE 30) DE MARKETING: Marketing City, ciudad sin ley.