Esto es un poco triste pero es así: una idea absolutamente brillante sin un presupuesto detrás que nos permita comunicarla al mundo, en muchos canales y durante mucho tiempo, tiene menos futuro que una idea mediocre respaldada por un presupuesto abundante.
Nos encantaría contarte lo contrario pero te estaríamos mintiendo.
La creatividad multiplica la eficacia de la inversión económica en producción y medios, pero la clave del éxito está en el dinero.
Volvamos al ejemplo del cine. Un guión excelente interpretado por malos actores y con una producción mala, será una mala película. Algunos dirán que es una pena con lo bueno que era el guión, pero éste no hará el milagro de convertir a la película en un éxito.
Retomando el capítulo anterior sobre la omnicanalidad, si andas justo de presupuesto, concentra la inversión económica en los canales en los que puedas garantizarte una presencia en tiempo y frecuencia adecuada.
Tan malo será que lo inviertas todo sólo en uno saturándolo, como que distribuyas el presupuesto de modo que tu mensaje sea irrelevante en todos.
LECCIÓN 22 (DE 30) DE MARKETING: Todos los caminos conducen a Roma.